El tratamiento de los efluentes producidos en el sector de los alimentos y las bebidas sigue siendo un factor decisivo en los gastos operativos. Las normas y reglamentos se actualizan continuamente y obligan a las empresas a descargar menos o a reducir las concentraciones de DQO, DBO o nutrientes.

Las empresas deben ser responsables de sus deshechos y de los costes asociados al tratamiento. Creemos que las aguas residuales no deberían seguir llamándose así, pues son una valiosa fuente de energía renovable. Por eso ofrecemos grandes soluciones al sector de alimentos y bebidas. Nuestras plantas de tratamiento anaeróbico de aguas residuales tienen como objetivo valorizar sus efluentes y reducir sus costes de operación.

En este sector, no hay dos plantas iguales. La composición del efluente varía drásticamente si tiene un repostería o si dirige una cervecería; uno contiene grandes cantidades de proteínas, mientras que el otro consiste principalmente en almidón o lípidos. Por eso se necesitan soluciones a medida.